Estudio releva diferencias de hasta 30 puntos entre escuelas rurales y urbanas

Carolina Nahuelpi Álvarez

Los estudiantes de las escuelas rurales de La Araucanía obtuvieron hasta 30 puntos menos en el Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce) del 2015 en relación a los resultados obtenidos por establecimientos urbanos.

Así lo reveló el estudio “Perfiles de Estudiantes Rurales de la Región de La Araucanía”, llevado a cabo por el Laboratorio de Investigación en Ciencias Sociales Aplicadas (Licsa) de la Universidad de La Frontera (Ufro), el que comparó el promedio y la mediana de los resultados que obtuvieron los estudiantes de cuarto año básico en el Simce aplicado el año pasado, incorporando elementos del contexto.

En detalle, el promedio alcanzado por escolares de establecimientos urbanos en la prueba de Matemáticas fue de 260,4 puntos, mientras que en el caso de los alumnos de zonas rurales el puntaje fue de 230,5 (ver gráfico).

Aunque se mantiene la diferencia, las cifras se estrechan en la prueba de Lectura, donde los promedios son de 268 en colegios urbanos y 252 puntos en rurales.

Esta investigación fue dirigida por la doctora en Estadística y directora del Observatorio Económico y Social de la Universidad de La Frontera (Oes Ufro), Sonia Salvo, quien aseguró que si bien es importante trabajar en superar las brechas que existen, los resultados están lejos de ser poco alentadores.

“Estas diferencias no son tan significativas considerando que las escuelas rurales cuentan con menor infraestructura, tecnología, acceso a bibliotecas, entre otros, y los niños en su mayoría pertenecen a un segmento de familias con capital social, económico y cultural menor”, señaló la experta.

Precisamente, el estudio muestra que sobre el 77% de los estudiantes de establecimiento rurales se encuentra en situación de vulnerabilidad.

En este sentido, Salvo añadió que los resultados obtenidos “podrían ser un indicador de que realmente las escuelas rurales de La Araucanía están enfrentando la educación con desafíos mayores a los establecimientos educacionales de sectores urbanos y lo están haciendo de manera más eficaz. Las escuelas urbanas son quienes deberían exhibir, dada su implementación y mayor capital socioeconómico y cultural, mejores resultados de aprendizaje”, señaló Salvo.

PERFILES

A partir de los datos arrojados por el Simce y cuestionarios de contexto, en el estudio elaboraron ocho perfiles de estudiantes de escuelas rurales, que revelan que el autoconcepto de los alumnos -entendido como la percepción de sí mismos- es un elemento clave en las trayectorias formativas.

Así lo explicó Mónica Bravo, doctora en Ciencias de la Educación y parte del equipo de investigación, quien señaló que “si bien el camino para enfrentar las brechas son políticas públicas que apunten a mejorar índices socieconómicos de la Región, el estudio nos indica que también es posible incidir fuertemente desde las prácticas pedagógicas. En esto, la variable de autoconcepto es importante, porque los mejores desempeños están asociados a autoconceptos más altos y positivos”.

En este sentido, la experta destacó que es posible fortalecer el autoconcepto de los escolares desde el aula, enfocando los esfuerzos en la formación inicial docente.

“Que el profesor considere esta variable a la hora de realizar su planificación y al relacionarse con los niños y apoderados influirá positivamente en el rendimiento de los estudiantes”, indicó Bravo, quien trabajó durante varios años como profesora.

La investigadora también fue enfática en destacar que la promoción de aprendizajes significativos, a través de salidas a terreno o debates, es otro factor que podría traducirse en mejores resultados.

Sobre los desafíos en la materia, el seremi de Educación, Marcelo Segura, coincidió en que la labor docente es primordial para superar los déficit educativos que, a su juicio, tienen su origen en las brechas socioeconómicas.

En esta línea destacó que uno de los principales objetivos que persigue la Reforma Educacional es garantizar que los niños de escuelas rurales tengan los mejores profesores.

“Lo que sucede a veces es que aparece un buen profesor en el campo y el sostenedor se lo lleva a una escuela urbana.Por eso el desafío en el caso de las escuelas rurales, que son el 80% municipales, es que dependan del Ministerio y que el Estado se haga responsable de aplicar las políticas necesarias para que los niños y niñas tengan las mismas oportunidades. Sin ese cambio estos estudios van a seguir mostrando los mismos resultados”, indicó categórico.

Además, sostuvo que en el marco de la Reforma, desde el año pasado se brinda implementación deportiva y artística, iniciativa que se suma a la entrega universal de computadores. “Éstos son avances para disminuir las brechas”, añadió.

RESPECTO AL PAÍS

Además de las diferencias entre las zonas geográficas de La Araucanía, el estudio también analiza los resultados locales en comparación con el resto de las regiones del país.

Aunque las diferencias en ningún caso son abismantes, en ambas pruebas la Región su ubica por debajo del promedio nacional. En Lectura las otras regiones obtienen un promedio de 265,5 puntos, mientras que La Araucanía obtiene 264. En Matemática los puntajes alcanzan los 260,6 y 253,7, respectivamente.

Lo anterior fue visto con optimismo por Sonia Salvo, quien señaló que “no existen diferencias importantes, por lo que ya no podemos hablar que La Araucanía obtiene los peores resultados del país”.

Añadió que “debemos considerar que esta Región se ubica entre las más desfavorables con respecto a los índices de vulnerabilidad y ruralidad del resto de las regiones y por ende las familias presentan niveles de ingresos y educacionales más bajos. Estas variables son relevantes a la hora de explicar el desempeño académico de los estudiantes. Por tanto, esta Región no lo está haciendo peor; por el contrario, el desafío que enfrentan las familias y las escuelas para lograr mejores resultados de aprendizaje es mayor a las del resto del país, cuyos índices socioeconómicos son más altos”.